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La Crítica como Combustible: Cómo Dominar la Retroalimentación en Ventas

Juan Carlos Suttor • 8 de septiembre de 2025

Escrito por Juan Carlos Suttor, Director Comercial de SAGROS

En el mundo de las ventas, la crítica es tan inevitable como el "no". Desde un gerente que señala una debilidad en nuestro proceso hasta un cliente que expresa su insatisfacción con el producto, la retroalimentación negativa es una constante. Sin embargo, la forma en que reaccionemos a estas críticas puede ser la diferencia entre un estancamiento profesional y un crecimiento acelerado. En lugar de verla como un ataque, consideremos la crítica como un combustible para la mejora. Dominar este arte no solo nos hará un mejor vendedor, sino también un profesional más resiliente.


1.  El Primer Escudo: La Mente Fría y la Escucha Activa


El primer instinto al recibir una crítica, especialmente si sentimos que es injusta, es ponernos a la defensiva. Es un mecanismo natural, pero en ventas, es un lujo que no podemos permitirnos. Nuestra primera línea de defensa no debe ser una respuesta, sino una postura de calma.


• Pausa y respira: Antes de reaccionar, tomémonos un momento. Esta simple acción nos ayuda a procesar la información de forma objetiva en lugar de emocional.


• Escuchemos para entender, no para responder: Dejemos de lado la justificación. En su lugar, concentrémonos en lo que la otra persona está diciendo. ¿Están señalando un problema en el producto, en nuestra presentación, o en el seguimiento? Un cliente que dice "No me gustó tu propuesta" podría realmente estar diciendo "No entendí el valor" o "El precio es demasiado alto". Solo la escucha activa nos revelará la verdad.


• Hagamos preguntas de clarificación: Usemos preguntas como: "¿Podrías darme un ejemplo de lo que no funcionó?" o "¿Qué resultado esperabas?" Esto no solo nos ayuda a obtener el panorama completo, sino que también demuestra que nos toma en serio la retroalimentación.


2.  De la Reacción a la Reflexión: Analizar la Fuente y el Mensaje


No todas las críticas son iguales. El peso y la relevancia de la retroalimentación dependen en gran medida de su origen.


• La crítica del cliente: Oro puro. Un cliente insatisfecho nos está dando una clase gratuita sobre cómo mejorar nuestro producto o servicio. Cada queja es una oportunidad para perfeccionar nuestra oferta y fortalecer la relación. Si un cliente critica una función, compartámoslo con el equipo de producto. Si critica nuestra comunicación, es una señal clara de dónde necesitamos pulir nuestras habilidades.


• La crítica del gerente: Nuestra guía hacia el éxito. Nuestro líder tiene una perspectiva más amplia sobre nuestros objetivos y el rendimiento del equipo. Su retroalimentación está diseñada para ayudarnos a crecer y a cerrar la brecha entre dónde estamos y dónde necesitamos estar. En lugar de verla como una reprimenda, considerémosla como una hoja de ruta para mejorar nuestro desempeño.


• La crítica del colega: Una perspectiva valiosa. A menudo, un compañero puede darnos una retroalimentación que nadie más puede, ya que enfrenta desafíos similares. La crítica entre colegas puede ser una poderosa herramienta para el crecimiento mutuo, siempre y cuando se maneje con respeto y con una intención constructiva.


3.  Del Análisis a la Acción: El Plan de Mejora


La crítica sin acción es solo ruido. El verdadero poder de la retroalimentación reside en tu capacidad para convertir el "por qué" en un "cómo".


• Identificar la causa raíz: Una vez que entendamos la crítica, preguntémonos por qué sucedió. ¿Nos faltó información? ¿Se nos olvidó hacer una pregunta clave? ¿Nuestro discurso no resonó con el cliente?


• Creemos un plan de acción concreto: Con base en nuestro análisis, definamos pasos claros y medibles. Si la crítica fue que no logramos un cierre, nuestro plan de acción podría ser: "Practicaré al menos tres técnicas de cierre diferentes con mi mentor esta semana" o "Haré un guion con preguntas para calificar mejor al cliente en la próxima llamada".


• Agradezcamos la retroalimentación: Independientemente de la fuente, siempre es profesional y constructivo agradecer a la persona que nos dio la crítica. Decir "Gracias por la retroalimentación, la tomaré en cuenta para mi próxima reunión" cierra el ciclo de forma positiva y muestra que somos personas que valoramos el crecimiento.


Dominar la crítica en ventas no se trata de evitarla, sino de abrazarla. Cada comentario negativo es una oportunidad para aprender, crecer y, en última instancia, superar a la competencia. En lugar de temer la retroalimentación, aprendamos a verla como una herramienta invaluable en nuestro camino hacia el éxito.



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